MAMÍFEROS SILVESTRES DE LOS PÁRAMOS DE CERRO FÁBREGA-ITAMUT
J.L. Pino & R. Samudio Jr. 2006. MAMÍFEROS SILVESTRES DE LOS PÁRAMOS DE CERRO FÁBREGA-ITAMUT. En: Evaluación biológica del ecosistema de páramo de Panamá: Cerros Fábrega–Itamut; R. Samudio & J.L. Pino (Eds). ANAM-SOMASPA-TNC.
INTRODUCCIÓN
Aunque se espera que los mamíferos sean después de las aves el grupo de vertebrados mejor representado en los páramos es muy poca lo que se conoce sobre la composición y condición de estas especies en este hábitat (Samudio 2001, Carrillo et al. 2005). Los resultados de los pocos estudios sugieren que la composición de las especies de mamíferos en los páramos muestra una baja riqueza y abundancia de especies en comparación con otros hábitats tropicales, incluyendo los de montañas. De las 255 especies de mamíferos reportadas para Panamá (Samudio 2002) se esperaría encontrar unas 59 especies, 17 murciélagos y 42 terrestres no voladores; a una elevación aproximada de 2500 msnm (Handley 1966, Samudio 2001). Muchas de las especies de mamíferos que se encuentran en las altas elevaciones comprenden especies de interés para la conservación. Para estas especies en algunos casos los hábitat montanos le representan un refugio lejos del impacto de la deforestación y la cacería que ocurre principalmente en las tierras bajas (e.g. tapir, venados, saínos, jaguar, puma), en otros casos estos ambientes montanos son sus hábitat óptimos (e.g. especies endémicas). Sin embargo, al igual que para los otros hábitat montanos; en los páramos la presión de las amenazas como lo son la deforestación, fuego, cacería, visitación no regulada, entre otros, va en aumento (Luteyn 2005). En conjunto, esta situación indica que es crítico y apremiante el obtener información ecológica sobre las especies de mamíferos que habitan en los páramos para desarrollar las estrategias de manejo para la conservación de estas especies y de sus hábitat.
El ecosistema de páramo, que además de ser uno de los menos representados, solo se encuentra en la cima de las montañas de Cerro Fábrega-Cerro Itamut y Cerro Echandi; es también uno de los menos conocidos en Panamá. Este desconocimiento sobre los páramos tal vez se deba a su difícil acceso, ya que las montañas en donde se localiza se encuentran inmersas hacia la parte mejor conservada del Parque Internacional La Amistad-Panamá (Mapa 1).
Aunque en el 2003 se organiza la primera exploración científica de colecta registrada hacia los páramos panameños, esta solo comprendió aspectos sobre la flora de la zona, y además no contó con la participación de ningún científico panameño. Para marzo de 2004, se realiza la primera exploración a los páramos de Panamá por parte de panameños, el grupo de trabajo estuvo conformado por personal de la Unidad de Monitoreo de la ANAM y con apoyo de personal del PILA-Panamá y de ANCON. Como producto de esta evaluación de campo se generó un reporte técnico con los primeros registros de flora y fauna del área de páramos en Panamá. Luego de dos años y nuevamente como una iniciativa de la Unidad de Monitoreo de la ANAM, y con fondos adjudicados a SOMASPA por parte de The Nature Conservancy-Costa Rica, se realiza una segunda evaluación del estado de la flora y fauna de los páramos presentes en la cadena montañosa de los Cerros Fábrega e Itamut. En esta evaluación SOMASPA estuvo a cargo de registrar información sobre el estado de los mamíferos en el ecosistema de páramo.
Durante el periodo del 17 al 23 de agosto de 2006, en conjunto con un grupo multidisciplinario conformado por personal de Áreas Protegidas y Vida Silvestre de la ANAM, personal del Parque Internacional La Amistad-Panamá (ANAM), y representantes de la Universidad de Panamá y de la Universidad Autónoma de Chiriquí; un investigador (J. L. Pino) de la Sociedad Mastozoológica de Panamá (SOMASPA) se traslado hasta el sector más occidental de la Cordillera Central panameña. En éste sector, se localizan los Cerros Fábrega e Itamut, que en su conjunto conforman la mayor y más representativa área continua de vegetación de páramo en Panamá, y en el cual se realizó una evaluación preliminar del estado de los mamíferos en esta área.
(ver más en documento original)
Aunque se espera que los mamíferos sean después de las aves el grupo de vertebrados mejor representado en los páramos es muy poca lo que se conoce sobre la composición y condición de estas especies en este hábitat (Samudio 2001, Carrillo et al. 2005). Los resultados de los pocos estudios sugieren que la composición de las especies de mamíferos en los páramos muestra una baja riqueza y abundancia de especies en comparación con otros hábitats tropicales, incluyendo los de montañas. De las 255 especies de mamíferos reportadas para Panamá (Samudio 2002) se esperaría encontrar unas 59 especies, 17 murciélagos y 42 terrestres no voladores; a una elevación aproximada de 2500 msnm (Handley 1966, Samudio 2001). Muchas de las especies de mamíferos que se encuentran en las altas elevaciones comprenden especies de interés para la conservación. Para estas especies en algunos casos los hábitat montanos le representan un refugio lejos del impacto de la deforestación y la cacería que ocurre principalmente en las tierras bajas (e.g. tapir, venados, saínos, jaguar, puma), en otros casos estos ambientes montanos son sus hábitat óptimos (e.g. especies endémicas). Sin embargo, al igual que para los otros hábitat montanos; en los páramos la presión de las amenazas como lo son la deforestación, fuego, cacería, visitación no regulada, entre otros, va en aumento (Luteyn 2005). En conjunto, esta situación indica que es crítico y apremiante el obtener información ecológica sobre las especies de mamíferos que habitan en los páramos para desarrollar las estrategias de manejo para la conservación de estas especies y de sus hábitat.
El ecosistema de páramo, que además de ser uno de los menos representados, solo se encuentra en la cima de las montañas de Cerro Fábrega-Cerro Itamut y Cerro Echandi; es también uno de los menos conocidos en Panamá. Este desconocimiento sobre los páramos tal vez se deba a su difícil acceso, ya que las montañas en donde se localiza se encuentran inmersas hacia la parte mejor conservada del Parque Internacional La Amistad-Panamá (Mapa 1).
Aunque en el 2003 se organiza la primera exploración científica de colecta registrada hacia los páramos panameños, esta solo comprendió aspectos sobre la flora de la zona, y además no contó con la participación de ningún científico panameño. Para marzo de 2004, se realiza la primera exploración a los páramos de Panamá por parte de panameños, el grupo de trabajo estuvo conformado por personal de la Unidad de Monitoreo de la ANAM y con apoyo de personal del PILA-Panamá y de ANCON. Como producto de esta evaluación de campo se generó un reporte técnico con los primeros registros de flora y fauna del área de páramos en Panamá. Luego de dos años y nuevamente como una iniciativa de la Unidad de Monitoreo de la ANAM, y con fondos adjudicados a SOMASPA por parte de The Nature Conservancy-Costa Rica, se realiza una segunda evaluación del estado de la flora y fauna de los páramos presentes en la cadena montañosa de los Cerros Fábrega e Itamut. En esta evaluación SOMASPA estuvo a cargo de registrar información sobre el estado de los mamíferos en el ecosistema de páramo.
Durante el periodo del 17 al 23 de agosto de 2006, en conjunto con un grupo multidisciplinario conformado por personal de Áreas Protegidas y Vida Silvestre de la ANAM, personal del Parque Internacional La Amistad-Panamá (ANAM), y representantes de la Universidad de Panamá y de la Universidad Autónoma de Chiriquí; un investigador (J. L. Pino) de la Sociedad Mastozoológica de Panamá (SOMASPA) se traslado hasta el sector más occidental de la Cordillera Central panameña. En éste sector, se localizan los Cerros Fábrega e Itamut, que en su conjunto conforman la mayor y más representativa área continua de vegetación de páramo en Panamá, y en el cual se realizó una evaluación preliminar del estado de los mamíferos en esta área.
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